12 de noviembre de 2012

Lecciones.

             La vida es bella, decía una película. Nada es para siempre, decía una canción. Y nos dijeron que los sueños se podían hacer realidad, pero se les olvidó mencionar que las pesadillas también son sueños. 

             No obstante, si algo he aprendido de esta vida es que nunca sabremos que pasará mañana. Porque nunca sabes cuando se puede abrir una puerta; pero entiende que todo no puede ser, y si se abre una puerta, otra se cierra, porque al fin y al cabo, la vida es eso, elegir en cada paso que des. Y, ¿qué sería de nosotros si no tomaramos esas decisiones que nos hacen equivocarnos y aprender de ellas? Porque a decir verdad, nos quejamos de que siempre estamos en una constante de subidas y bajadas, de que nunca obtenemos una estabilidad, y de que siempre todo lo malo nos pasa a nosotros, pero por favor, mírate en el espejo y di para ti mismo: podría ser peor.  

             Somos afortunados simplemente por estar vivos, y no somos conscientes de ello. Siempre esperamos a chocarnos con el muro o a tropezarnos con la piedra para darnos cuenta de la realidad de las cosas, pero, ¿por qué somos la única especie que tropieza dos veces (o más) con la misma piedra? ¿Por qué somos así de masoquistas y repetitivos? Porque quizá creemos que siempre habrán segundas oportunidades. Y párate a pensar y dime que tú no te has enamorado de esa persona aún sabiendo que te haría sufrir, dime que es mentira que le has gritado a tu madre cuando ella solo intentaba protegerte, dime que no es cierto que has hecho daño a personas que quieres, y por último, dime que no te has hecho daño a ti mismo por intentar acercarte a eso que llaman "felicidad". 

              Mentimos, nos enfadamos, gritamos, odiamos, amamos, despreciamos, y nos equivocamos continuamente. Pero somos humanos, y no podemos evitarlo, llevamos las emociones dentro, y si no las sacamos, explotamos. Y lo peor es que no pararemos nunca. Pero hay una esperanza, y mientras haya esperanza, todo irá mejor. Así que deja de llorar por algo que no tiene sentido, entierra el pasado, vive el presente y espera el futuro. Deja de lamentarte por lo que no pasó, hay un motivo por el que fue así. No te cierres y sé curioso porque la curiosidad nos hace seguir nuevos caminos. Equivócate o coge el tren equivocado, pero aprende de ello. Di a la persona que quieres, que la quieres. No pierdas el tiempo, pues nunca volverá. Disfruta de la vida, y pierde el miedo a arriesgarte, porque quizá la solución perfecta es arriesgarte y dejarte llevar. 

            Simplemente, vive como el que más e intenta que tu estancia en este viaje, sea la mejor posible. 

9 de noviembre de 2012

A buena hora.

            Domingo de otoño, nueve de la noche. Sentado en mi cuarto y pensando lo que el tiempo esconde. Mirando las fotos, leyendo tus cartas, gritando tu nombre. Hace un momento me has llamado, después de tantos años, quizá tu conciencia y mi paciencia se han vuelto aliados. Me dices que en este momento quisieras estar aquí, a mi lado. Y yo, que hasta sonrío por no empezar a llorar.. has tenido tanto tiempo y no has querido regresar. 

           A buena hora vienes a decirme que yo soy esa persona, que ha sabido darte lo que el corazón no borra, ahora te equivocas. A buena hora vienes a curar el alma que dejaste rota, a buena hora vienes a cambiar mi vida porque ahora se te antoja. 

            Domingo de otoño, nueve de la noche. La madre experiencia me ha dicho que ya no me conforme. El tiempo y los años colocan a unos donde corresponden. Y tú cómo te atreves otra vez a dar marcha atrás. Has tenido tanto tiempo.. mejor te quedas como estás y permíteme decir, que a buena hora vienes a decirme que yo soy esa persona. 

17 de septiembre de 2012

Buscando lo imposible.

            Se pasaban el día entero persiguiendo el amor, pero no era.

         Cada vez que lo alcanzaban se daban cuenta de que se trataba de un vaporcillo. El amor les venía detrás, esperando a que pararan un momento para alcanzarles.

         Por eso, cuando dejaban de buscar, perseguir, acosar y escudriñar y se metían en la cama resignados, el amor llegaba. Eso sí, hecho una pena.

         Después de tener el amor todo el día detrás, corriendo de un lado a otro quedaba hecho un guiñapo y no había más remedio que hacerlo de nuevo cada noche. 

12 de septiembre de 2012

Se conocían por los sueños.

          Él tenía por costumbre soñarla de vez en cuando. 
          En sueños, él la invitaba a las cosas que ella no era capaz ni de imaginar cuando era consciente. Despertaba en medio de la noche, solo, sudoroso, despeinado y con el pijama hecho jirones. Así que decidió dormir desnudo.  En la ducha, por las mañanas, repasaba los caminos que habían recorrido los dedos del amante en su cuerpo y tan sólo con el recuerdo se estremecía.  El encuentro de los cuerpos era tan feroz, tan patente, tan inmenso, que él empezó a decir que estaba comprometido, aunque nadie en el mundo se parecía a la chica de sus sueños.

          Llegó un momento en el que no pasaba ninguna noche en vela por no dejarla plantada. Su cita terminó por convertirse en diaria, perdón, en nocturnaria. 
          Pero en una ocasión la vio. En la realidad, pisando las calles. Estaba, Existía, era real. Se miraron, se sonrieron como si se conocieran de mucho tiempo atrás y en ese momento fue cuando se acabó el sueño.

11 de septiembre de 2012

Buzón de voz.

Marcó el 123. La operadora le dijo que tenía un mensaje: 
dejado el 14 de septiembre de 2010 a las 1as 16 horas y 14 minutos.  

Para escuchar las opciones del mensaje -le dijo- pulse cero durante o al finalizar la locución. Sonó el pitido y después silencio.

Él identificó la respiración. Era ella. Apenas duró tres segundos pero se le llenaron de una tensa profundidad. Estoy en la estación -dijo aquella voz insegura- que me voy. Que muchas gracias y que... eso. Nos llamamos. 

Hubo unos dos segundos de silencio hasta que la llamada se cortara. Él instintivamente marcó el cero. Opciones de mensaje -dijo la operadora-. 

Si desea saber desde qué número se ha realizado la llamada, pulse uno.  Si desea guardar el mensaje, pulse dos, piense que igual es la última vez que escucha su voz. Si desea olvidarla para siempre, pulse asterisco.  Aunque también puede ir corriendo a la estación antes de que su tren salga. Usted verá. 

Colgó. Se le vio coger aire y echó a correr. 

4 de septiembre de 2012

¿Quién lo sabría?

      Hola, me pasaba por aquí para decirte que a pesar del final que tuvimos, los recuerdos, nuestros recuerdos, son los que aún me alimentan. Sí, esos recuerdos que tanto me he esforzado por guardar en una caja bajo llave en lo más profundo de mi corazón. Sí, aún te amo, pero ¿quién no lo haría con todo lo que me has dado? Y sí, me has hecho daño, te he hecho daño, nos hemos dañado, nos hemos destruido el uno al otro, pero ya ves, aquí estoy haciendo una entrada al fantasma de lo nuestro... 

         Porque he estado viendo nuestras fotos, nuestros videos, nuestras cartas y también nuestras dedicatorias en las tapas de las pizzas que pedíamos cada vez que iba a Fuerteventura. Oh sí, esa adictiva playa que tan solo era nuestra, esas noches en las hamacas mirando las estrellas, esas escapadas nocturnas, esos juegos en los vestuarios de la playa, esos helados, bueno, ese helado que era para los dos, ese anillo que me diste con una puesta de sol, esa canción me cantaste cuando cumplimos un año, o quizás ese día que fuimos al Aqualand. Pero también esas noches sacando a Perry, esas fotos espontáneas que tanto te gustaban, esos sustos a mi hermano mientras se duchaba, esas risas que nos daban en los momentos menos oportunos, sí, ya sé de lo que te acabas de acordar, yo también me acordé. Y quizás esas noches de largas conversaciones, como aquella vez que nos quedamos dormidos mientras nos besábamos, y cómo olvidar esos atracos a la nevera en mitad de la noche, pero sin duda.. ¿cómo no recordar esos ojos que me enamoraron?




        Por todo eso y más, gracias... Porque has sido la persona que me enseñó a amar, porque solo por ti hubiera luchado a capa y espada, porque por ti hubiera renunciado a mi vida y a mis sueños. Porque sólo tú eres mi debilidad y mi gran y verdadero amor...

24 de agosto de 2012

Dichosos.

             Recuerdo aquella discusión como si hubiera sucedido hace minutos... Tú, tú solo te excusabas por seguir con tu vida, y yo te recriminaba que no esperabas. Pero, ¿qué ibas a esperar? Eres joven, atractivo, y simpático, el chico perfecto, y podrías tener a quien quisieras a tus pies si te lo propusieras... Pero de repente, apareció. Nuestras miradas que hacían un momento habían estado discutiendo, se pausaron, miramos atrás y ahí estaba el. Casi tan radiante como tú, se saludaron como si estuvieran disimulando que no se conocían sino de vista. Pero los tres sabíamos perfectamente que sí se conocían muy bien...

           Y no te lo dije, pero pude notarlo. Pude notar el cruce de miradas que ustedes dos intercambiaron. Pude notar que eso era más que un simple "Hola, ¿cómo estás?" Sabía que era más que eso y no me equivoqué. Pero aparté mi vista de ese puente que se creó en ustedes y recordé todos los momentos bonitos que hemos vivido. Recordé "aquella vez que estábamos en la terraza de la casa de tu tía, sí, aquella noche que estábamos solos jugando con los perros, cuando de repente empezó a llover y entonces, salimos corriendo afuera, teníamos que cumplir un sueño, teníamos que hacer que esa lluvia fuera algo especial, y así lo hicimos. Dejamos de correr, te giraste hacía a mi, te miré a los ojos y lentamente nuestros labios se fueron acercando... ¿Lo recuerdas? Nos estábamos mojando y pudimos pillar un catarro, pero nada más importaba, nada más que nuestros labios fundiéndose en un cálido y apasionado beso. Un beso que duró lo bastante como para que mi pelo se rizara, y yo me estremeciera..."   

        Acto seguido al flash de ese recuerdo, el siguió su camino y tu, tú lo miraste entre asustado por si yo me percataba del asunto y con ganas de irte con el. Podías haberlo hecho, al fin y al cabo, ¿Qué pintaba yo? En ese momento solo fui un estorbo entre ustedes dos. 

        Dichosos mis ojos que se dieron cuenta de hasta el menor gesto. 

22 de agosto de 2012

Aquella mañana.

               Sucedió aquella mañana, cuando me levanté y me di cuenta de que no necesitaba nada más para ser feliz. El destino estaba conmigo, la vida me había sonreído y yo me creí la persona más afortunada del mundo. Todo era realmente gratificante y nunca he tenido una mejor época.  Hoy, esa época ya queda muy atrás, pero aún siguen los recuerdos. Los recuerdos de una vida plena […]

        Y aunque ya no tenga esa vida, estoy satisfecho con lo que he tenido y con lo tengo. Porque a fin de cuentas, todo aquello que anteriormente estuvo conmigo y ahora ya no, será por algún motivo, pero nada es para siempre y sé que todo lo que he dejado atrás algún día volverá.  Y, ¿Lo que tendré? Eso es realmente lo mejor de todo, porque no sé lo que tendré o lo que me sucederá, esa agridulce sensación de esa intriga por el mañana. Porque soy fan de imaginarme distintas vidas en distintos lugares con distintas personas, aunque sé que al final solo una vida tendré, pero y, ¿qué más da soñar e imaginar? …si es gratis. Y aquí viene lo mejor, HACER REALIDAD TUS SUEÑOS, tus ideas, tus planes, llevar a cabo eso que siempre quisiste hacer, estar al borde de la gloria, solo por un segundo y pensar, ¿ha valido la pena todo lo que he hecho de aquí hacía atrás para tener esto? Y que te llenes la boca diciendo bien alto: SI.

        Porque no hay mayor satisfacción que demostrar que pudiste hacer todas aquellas cosas que siempre te dijeron que nunca conseguirías, porque no hay mayor satisfacción que la de estar bien contigo mismo y llorar de la alegría al ver todo lo que has conseguido, con esfuerzo y sudores, pero al fin y al cabo, tuyo al completo. Oh… estamos ante la mejor sensación del mundo, y nunca nadie la aprovecha del todo. Así qué, ¿por qué no sonreír a la vida? Al fin y al cabo, no saldrás vivo de ella, y si tú le sonríes a la vida, ella te sonreirá a ti. Eso es un hecho. 

21 de agosto de 2012

Las cosas que no quiero que leas.

              Un día me levanté y me encontré con que la vida te había puesto en mi camino. Hoy, ella misma se ha encargado de sacarte. ¿Lo peor? Es que tu también quieres marcharte, y lo más triste, es que para mi aún no ha terminado...

           Me creí fuerte y valiente para enfrentarme a mi destino, y hay veces en las que he desfallecido, pero sin duda, contigo he encontrado mi punto débil, mi talón de Aquiles. Y ese punto eres tú. Eres mi puta debilidad. Mis ganas de vivir y también mis ganas de morir si no te tengo. Me creí tan fuerte y hoy me doy cuenta de que he sido el más débil de todos. No me arrepiento de lo que hice en su momento, porque tú me hacías sufrir, y lo hubiera hecho cuantas veces hubiesen sido necesarias, pero lo que no imaginé es que volverías a ser tu. Y es que fueron demasiadas lágrimas, muchas noches en vela, muchos desánimos y muchos desplantes, y siempre tan solo.. Pensé que no me necesitabas, que podías vivir sin mi, y de buenas a primeras cambiaste o eso me dijiste, de manera que me hice inmune al dolor y decidí tomar la decisión de vivir sin ti. Tú no querías aceptarlo, pero la decisión estaba tomada, me habías roto por dentro y ya era hora de darle un respiro a mi corazón. Con el tiempo me di cuenta de que jamás te había dejado de amar, y que había puesto fin a algo que ahora me estaba arrebatando mi vida.  El tiempo siguió pasando, y tú olvidaste tan rápido como las hojas caen de los árboles en otoño, y ahora ya no puedo hacer que me ames, no, si no estás dispuesto... Lo más irónico es que llamas a lo que me pasa "Karma" pero te diré una cosa, si ahora está conmigo, más tarde pasará a ti. Y tranquilo, que si no te das cuenta, yo mismo me encargaré de decirtelo, como tu has hecho conmigo[...]

         Hoy me choco con esta realidad que me mata lentamente, y me vuelvo a creer fuerte para ser conciente de la situación, pero la verdad es que aún la herida está abierta y es lo suficientemente profunda como para que me duela en el alma. Un día me hiciste vivir, y fue tanto tu poder en mi que me llegaste a matar. Ahora, me doy cuenta de que en realidad tan solo me habías dejado inconsciente, porque ahora sí que me estás matando de verdad. 



7 de agosto de 2012

Recuerdame.

          Estoy aquí, en el mismo lugar en el que me escondía para hablar contigo. Y es irónico, porque el lugar sigue siendo el mismo, pero nosotros, los de entonces, ya no somos nada. Has pasado de ser mi presente y mis ganas de vivir a un mero recuerdo que quiero conservar...

        Y no voy a mentir, echo de menos tus besos y tus caricias, la forma en la que vivíamos. Echo de menos tus brazos fuertes que me rodeaban y como no, esa extraña forma de dormir lo más acurrucado posible. Eramos el cielo si queríamos, podíamos llegar a él si lo nos lo hubiéramos propuesto, pero el destino nos truncó. Y ahora tú sigues tú vida y yo sigo la mía por caminos diferentes. Tu has vuelto a ser el de antes, como cuando te conocí.. y yo, yo estoy encerrado en este presente del que quiero escapar. 

      Quizás lo mejor sea alejarnos lo suficiente para yo olvidarte de verdad, porque pensaba que lo había hecho, pero resultó ser una odiosa equivocación. Porque no es que me vuelva a acordar de ti es que nunca te he olvidado... Aún te recuerdo, es cierto, pero esto tan solo me hace daño y con el tiempo ese dolor se convertirá en fuerza, ya sabes, lo que no me mata me hace más fuerte. Y llegará el día en el que mire al futuro y no te vea en el como algo imprescindible, sino que miraré al pasado y te veré como algo que sucedió. 

         Lo curioso es que creí que eramos especial hasta después de haberlo dejado, pero parece que va a ser cierto eso de que las segundas oportunidades nunca fueron buenas. Pensé que podíamos llegar a ser amigos nada más dejarlo, pero ya veo que primero hay que dejar secar las heridas, que cicatricen, que cierren definitivamente. Y a pesar de que nos hemos destruido el uno al otro en diferentes ocasiones, no te guardo rencor y tampoco te deseo el mal, pero tampoco el bien, tan solo lo que te mereces. Y de eso, se encargará el destino. Pero hasta que eso suceda, tan solo puedo decir una cosa: recuerdame. 

20 de julio de 2012

Beatriz.

            Hoy, tu gran día, y como cada año, aquí estoy para felicitarte. Quizás, ésta no sea la mejor manera de hacerlo, pero por circunstancias que ya sabes no he podido estar hoy contigo; es el primer cumpleaños, desde que te conozco, al que no voy a tu casa a verte. De manera que, ¡¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES BEA!! 

          En días como estos, me doy cuenta de lo afortunado que soy de tener amigas como tú, una gran persona tanto por dentro como por fuera. Una gran amiga, que eso es lo que eres, aunque bueno, ya eres de la familia.

         Te tengo que agradecer todo lo que me has ayudado, por tus consejos incondicionales, por tus palabras tranquilizadoras, por tu paciencia insuperable y sobre todo por a pesar de todo, seguir manteniendo el contacto contigo. Porque como ya te dije el otro día, pensé que al irte a estudiar fuera, muchas cosas se enfriarían o incluso se marchitarían, pero me demostraste que ni tan si quiera un trozo de mar ha podido para que sigamos siendo los mismos de siempre. Porque de verdad, que tú, a kilometros de mi, me has demostrado y ayudado más de lo que algunas personas que están a mi lado, ha hecho. Lo cierto es que sin ti, en muchas ocasiones no hubiera sabido que hacer, y tú has sido como esa especie de ángel de la guarda que me salva de no equivocarme.  Y lo que más me gusta de todo eso, es que sé que el tiempo seguirá pasando y nosotros, los de entonces, seguiremos siendo los mismos, aunque ya sabes lo que dicen.. nunca digas siempre, pero Bea, lo siento en el corazón, siento que ya pueden pasar semanas, meses o incluso años, y seguiremos aquí, juntos.. y ya sea que estés en Tenerife, Salamanca o Australia. 

          Porque da igual dónde estés tú o donde esté yo, siempre hallaremos la forma de estar juntos. 

12 de julio de 2012

El instituto.


          Ha llegado el momento en el que nuestros caminos se separan. Muchos no volveremos a encontrarnos y otros, simplemente seguirán con su camino, como lo haría cualquier persona normal. Pero fue bonito, fue bonito mientras duró. Fue una etapa en la que nos hicimos maduros, en la que crecimos como personas. Una etapa en la que nos hicimos fuertes. Esa etapa, terminó hace un mes.

         Llegamos al instituto siendo unos renacuajos, de los cuales, algunos aún jugábamos a Pokemon.. y salimos siendo personas dispuestas a luchar por nuestros sueños. Personas que han recogido (algunos más que otros) unos valores, los valores morales que nos guiaran en nuestras vidas. Muchos aprendimos la diferencia entre imposible e improbable. Aprendimos que nada se consigue por arte de magia. Aprendimos también, a caernos y levantarnos, a seguir siempre adelante. A nunca rendirnos, a siempre luchar por nuestros sueños. Pero sobre todo, aprendimos a ser personas que el día de mañana, formaran su propia familia.

         Sin embargo, el aprendizaje aún no ha acabado, y lo mejor es que nunca termiará, pues siempre nos quedará algo por saber o aprender. Nunca nos iremos a la cama sin conocer algo que no conociamos. Pero todo esto, no lo hubiesemos conseguido sin todo nuestro esfuerzo y toda nuestra constancia.

     Para todos aquellos que no nos rendiremos y que seguiremos aprendiendo, para todos aquellos que en un momento de mi vida, se han cruzado en mi camino: Gracias, porque de alguna manera u otra he aprendido de ustedes. Ahora, a seguir luchando por nuestros sueños, adelante.

4 de julio de 2012

Después de un tiempo.

          Después de un tiempo, uno aprende la diferencia, la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma. Y uno aprende que el amor no significa acostarse y la compañía no siempre significa seguridad. Y empiezas a aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas. Y empiezas a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y los ojos por delante con la gracia de un adulto y no con el dolor de un niño. Y aprendes a construir todos tus caminos en el hoy porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes, y los futuros tienen esa extraña forma de caerse en pleno vuelo. Y uno aprende que da igual cuánto te importen a ti las cosas, a algunas personas simplemente, no les importará. Y deberás aceptar que no importa cuán bueno seas pues te harán daño de vez en cuando y tu lo perdonaras. Aprendes que hablar y llorar puede aliviar el dolor. Descubres que toma años construir la confianza y sólo segundos para destruirla.

          Aprendes que la amistad verdadera continua creciendo, incluso a largas distancias. Lo que importa no es lo que tienes en la vida sino a quien tienes en la vida. Aprendes que no tenemos que cambiar de amigos si comprendemos que los amigos cambian, y te das cuenta que tu mejor amigo y tú pueden estar haciendo cualquier cosa o nada, pero siempre pasando buenos ratos juntos. Comprendes que tienes que perdonar y ser cariñoso con las personas a las que quieres, pues puede ser la última vez que las veas. Aprendes que las circunstancias y el medio influyen en nosotros, pero que somos los únicos responsables. Descubres que lleva mucho tiempo convertirse en la persona que quiere ser, y que el tiempo es corto. Aprendes que no importa dónde has llegado, pero sí a donde vas, porque si no sabes a dónde vas, cualquier lugar sirve. Aprendes que si no controlas tus actos, éstos pueden acarrear grandes consecuencias, y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuán delicada y frágil sea la situación, siempre existen dos lados. Aprendes que los héroes son personas que hicieron lo necesario para enfrentar las consecuencias. Aprendes que la paciencia requiere mucha práctica.

         Descubres que a veces la persona que esperas que te pise cuando te caes es una de las pocas que te ayuda a levantarte. Aprendes que la madurez tiene que ver más con los tipos de experiencias que tuviste y con lo que aprendiste de ellos que con cuántos cumpleaños has celebrado. Aprendes que hay más de tus padres en ti de lo que pensabas. Y que nunca se debe decir a un niño que los sueños son una tontería, pues sería un gran error si se lo cree. Aprendes que cuando te enfadas tienes el derecho de estarlo, pero no el derecho de ser cruel.

           Descubres que sólo porque alguien no te ame como tú quieras, no significa que el amor no sirva. Y lo irónico es que posiblemente haya personas que te amen, pero que simplemente no saben cómo demostralo. Y caes en la cuenta de que a veces tienes que aprender a perdonarte a tí mismo, para luego hacerlo con los demás. Te das cuenta de que con la misma crueldad que tú juzgaste a alguien sin saber, alguien lo hizo contigo.. Se aprende que no importa en cuantos pedazos se rompa tu corazón, ya que el mundo no se detendrá para que lo arregles. Se aprende que el tiempo no es algo que se pueda volver atrás. Así que... ¿por qué no plantar tu propio jardín y decorar tu propia alma en lugar de esperar a que alguien te traiga flores? Y de este modo, uno aprende que realmente puede aguantar... que es realmente fuerte, y puedes ir mucho más lejos de lo que crees o de lo que te dijeron que no podrías.

Y finalmente, que la vida realmente tiene valor y que tú tienes valor en la vida.

3 de julio de 2012

María Inés.

          Un año más me siento súperafortunado de poder decirle "MUCHÍSIMAS FELICIDADES" a una de las mejores personas que este mundo pudo conocer, ella es, María Inés. Mi gran amiga. 

          Lo cierto es que el tiempo ha pasado muy rápido y parece que fue ayer cuando nos vimos por primera vez, aquel 2008 en el instituto. Pero míranos, ahora ya estamos en el año 2012, hoy cumples diecinueve años y llevamos siendo amigos desde entonces, y cada día más. Nosotros hemos sido lo que se dice unos amigos verdaderos. Porque ha llovido mucho desde entonces y sin embargo, a pesar de no vernos tanto como antes, y de no hablar tanto como lo hacíamos, sabemos perfectamente que tanto tú puedes recurrir a mi, como yo a ti. Sí, han pasado muchas cosas de aquel primer encuentro, pero te prometo, Meri, que una de las mejores cosas que me pudo pasar en aquel 4º fue conocerte a ti. Nadie me dijo que con el tiempo llegaríamos a esto, pero la verdad es que no me arrepiento de nada. Y es que eres tan perfecta, tan sabia, tan tú misma sin importar que digan los demás. Eres tan de que te llamo a las cinco de la mañana y sé que me contestarás el teléfono.. No sé Meri, simplemente para mi, eres perfecta. Y ya quisieran muchos y muchas conocer a alguien como tú; no tienes nada que envidiar a nadie. Tú misma brillas con luz propia y sé que lo seguirás haciendo. 

        Por todo lo que hemos vivido y por todo lo que nos queda por vivir.. te amo. Ya sabes donde vivo, cual es mi número y cómo encontrarme o localizarme en cualquier caso, así que tan solo decirte que no lo dudes. TE AMO MUCHÍSIMO. 

30 de junio de 2012

Mi pequeña elfa.

Querida Melody,


            Como no podía ser de otro modo, aquí me tienes, escribiéndote uno de esos textitos que tanto te gustan. Pero esta vez el motivo no es una composición de lengua, ni un discurso de final de curso, esta vez, el motivo es otro, es otro muchísimo más importante, esta vez, el motivo eres tú, FELIZ CUMPLEAÑOS. 

          Te me haces mayor, y a pesar de que yo tan solo he podido disfrutar de tu compañía estos dos últimos años, ya te siento dentro mi corazón. Porque te aseguro Melody, que como tú no hay dos, ni tres ni ninguna... tú eres única, exclusiva y perfecta. Y yo, éste que te manda esta carta, me siento una persona afortunada, y uno de los grandes motivos es porque a día de hoy y sé que por el resto de los años, podré contar con alguien como tú. Tan especial y tan verdadera. Por otro lado, he de darte las gracias, porque nunca, los años de clases habían sido tan divertidos como los que he vivido a tu lado. La lástima es no haberte conocido antes, pero la recompensar será aprovecharte hasta el final, y ya que no estuve desde el principio, conceme el honor de quedarme para siempre. 

             Ya es hora de darnos cuenta y de aprender a valorar en el presente todo lo que tenemos. De nada sirve llorar por lo que dejamos ir, por lo que no hicimos, por lo que no le dimos importancia: ya no está. La vida no puede rebobinarse, ni modificarse. Las escenas quedan grabadas y no hay forma de eliminar los trozos de la cinta que no nos gustan, ni podemos regrabarla, ni siquiera podemos detenerla en los buenos momentos, solo está en nosotros la posibilidad de continuar filmando y que a partir de hoy cada escena sea única e irrepetible y por encima de todo sea tan valiosa que no nos haga arrepentirnos nunca.

        Tu DAMPI te desea el mejor de los cumpleaños, que disfrutes muchísimo de estos dieciocho, que ahora ya eres un poco más libre, aunque no sé si eso es del todo bueno, pero sé con certeza de que sabrás identificar el límite... En serio, disfruta cada momento que la vida te brinda, para que cuando mires al pasado sonrías y mires hacia el futuro con optimismo, ya que no hay mayor satisfacción que mirar al pasado y sentirte bien con lo que ves. 

10 de marzo de 2012

Happiness

Hay un momento en tu vida, en el que te paras a pensar en lo que tuviste, en lo que tienes y en lo que posiblemente tendrás. En ese momento te puedes sentir de tres formas: apenado, por lo que ya no tienes, orgulloso de lo que ahora tienes y esperanzado por lo que tendrás. 
A veces, es bueno parar y pensar en ello. Porque si lo haces te darás cuenta de que nunca tuviste nada. Y que lo que tienes ahora, igual que antes no estaba, mañana tampoco lo estará. Quizás habrá una luz al final del camino pero eso no lo sabrás si no sigues el camino que la vida te ha deparado con total precisión. 

Conseguir la felicidad, decía Aristóteles, era algo casi imposible de conseguir y si podía ser, solo sería en el final de nuestra vida, cuando nos hayamos sentido realizados. Y trasladando su pensamiento a nuestra realidad, tampoco estaba tan loco este viejo filósofo. En realidad, ¿podemos decir que somos totalmente felices? Con el tiempo aprenderás la sutil diferencia entre creer serlo y realmente serlo. En muchas ocasiones decimos: ¡Qué feliz soy! pero eso no es otra cosa que producto de nuestra mera ignorancia. Porque luego abres los ojos y te das cuenta que la realidad que creías ver no era más que una cuarta parte de la realidad entera. 

Dado esto, ¿Quién es feliz?

Me siento en la necesidad de ser sincero conmigo mismo y decir la verdad: no soy feliz y nunca lo he sido. Digamos que feliz es una palabra más amplia de lo que nosotros creemos. Sin embargo, pensándolo mejor, sí que hemos sido felices en un momento de nuestras vidas, y ese momento no es otro que en la infancia. ¿Quién no creía que los castillos de arena en la playa eran fortalezas impenetrables o castillos de hadas?, ¿Quién no vio que en la tele todo es posible y creyó poder volar, por ejemplo?, ¿Qué niña no sintió por un momento ser una bella mujer de mayor? o ¿Qué niño no creyó que superman y batman eran los superheros del mundo que venían a salvarnos de los malvados villanos que perturban la paz? Por favor, sed sinceros con vosotros mismos y decidme que una fiesta de cumpleaños o que vienen los reyes magos no era algo totalmente asombroso y mágico?. 

A veces creo recordar mi infancia como la mejor etapa de mi vida y hoy me doy cuenta que nunca he sido tan feliz como en aquellos años. 

Por eso, siempre, siempre, siempre, repito, siempre, viváis el momento, porque no hay mayor satisfacción que mirar hacia el pasado y sentirte cómodo con lo que ves. Pero no me hagáis mucho caso, porque yo, solo soy un soñador incansable y como todo soñador, estoy loco. 

31 de enero de 2012

Farsantes

Cuanto más confías en alguien, más te defrauda, cuanto más cuentas con alguien, mas te falla, cuanto más amor le das a alguien, menos correspondido es, cuanto más cariño le ofreces a alguien, menos atención te presta, es que este mundo está lleno de farsantes, farsantes que procuran vivir su vida alimentándose de las necesidades de los demás, cuando más necesitas a un ''farsante'' él se alimenta de eso, crece su ego y mas solo te deja, porque siente que tiene ''otras personas'' con quien vivir o a quien acudir, pero no se da cuenta que tu eres una persona que algún día necesitara y como eres tan bueno por no decir gilipollas, vas a cerrar los ojos y olvidaras lo que pasó, amaras y perdonaras, pero te limitaras a la hora de brindar tu apoyo, y ya todo cambiara, absolutamente nada será igual, porque cuando tu le pediste a gritos su apoyo el no te apoyo, y alguien lo hizo por él,tu miraste al espejo de la vida, sonreíste y la vida te sonrío, porque si le sonríes a la vida ella también lo hará contigo, tomate todo con calma y sonríele al sufrimiento, porque siempre que llovió, paró y no intentes olvidarte de los farsantes, bríndales tu apoyo, tu no los necesitas porque hay personas mucho mejores en 
el mundo, pero ellos si te necesitan a ti.



22 de enero de 2012

Si hay amor, lo podré sentir... si hay vida, lo podremos ver.

     ¿Cuántas veces prometimos que era para siempre? ¿Cuántas veces nos juramos amor eterno? ¿Cuántas veces nos hicimos daño y nos perdonamos? ¿Cuántas veces contamos todo lo que nos amábamos? ¿Cuántas veces lloramos por la puta distancia? ¿Cuántas veces prometimos estar juntos siempre? ¿Cuántas veces has venido y cuantas he ido yo? ¿Cuántos besos y caricias nos hemos dado? ¿Cuántas veces nos hemos echado de menos? ¿Cuántas veces nos hemos mirado a los ojos el uno del otro y hemos visto el universo? ¿Cuántas veces hemos celebrado que llevamos un mes mas? ¿Cuántos momento bonitos hemos tenido? Y sobre todo, ¿Cuánto nos hemos amado?...

           Preguntas que tienen respuestas pero que conviene no recordar ahora, ¿no? Preguntas que apuñalan como cuchillos mi corazón al ver lo que hemos sido y lo que somos ahora. Preguntas que mejor no preguntar. 

            Perdona si te llamo amor, todo empezó con una bonita palabra que escondía más sentimientos de los que creíamos. Todo empezó con unas llamadas, unos comentarios y unas palabras... que se convirtieron rápidamente en una relación. En una curiosa y bonita relación. 

          Pasamos interminables horas hablando por teléfono, noches enteras con la cámara web puesta, semanas y meses hablando día tras día. Mensaje tras mensaje y llamada tras llamada. Hasta que un 12 de noviembre de 2010 te conocí en el Puerto de las Palmas y de la Luz. Un bonito día para recordar y una noche.. una noche increíblemente corta, pero preciosah. 

          Más tarde, cuando nos quisimos dar cuenta ya llevamos 7 meses y nos habíamos visto mes tras mes, incluso habíamos pasado el fin de año juntos y ya habíamos compartido infinidad de momentos. Pasamos una semana santa juntos, un verano también, incluso unas navidades, un fin de año y un día de reyes.  Y en todo este tiempo hemos aprendido la sutil diferencia entre sostener una mano y dejarla caer. En todo este tiempo nos hemos escapado de casa, hemos pasado noches enteras en la playa, nos hemos hecho de comer el uno al otro, nos hemos montado en un barco, hemos llorado y reído juntos, nos hemos hecho vídeos, hemos  ido a un parque acuático, hemos cogido olas, nos hemos enfadado y nos hemos reconciliado, hemos hecho carreras para ver quien llega antes a casa, hemos mentido para quedarnos más tiempo juntos, nos hemos saltado las clases para coger un barco o un avión y vernos, hemos conseguido vernos mes tras mes, hemos pintado mi habitación juntos, nos hemos dado sorpresas y también nos hemos llevado sustos. Hemos vivido una aventura en las playas de Fuerteventura, nos hemos sentado en un restaurante y levantarnos cuando viene el camarero para ir a otro restaurante, nos hemos tirado por las dunas, hemos hecho karaokes, hemos disfrutado el uno del otro... Hemos hecho muchísimas pero muchísimas cosas y ahora, ¿Qué? Ahora, ¿qué hacemos? 

        Ahora, ¿mentimos y fingimos que todo va bien? o ¿nos decidimos a no hacernos más daño?
Ahora, tenemos dos opciones, una salir corriendo, otra, arreglar las cosas como putos humanos que somos. Yo, personalmente no votaría por ninguna de ellas, ya sabes que odio las reglas, y mucho menos las iba a seguir ahora. No sé porque voto, pero sé que necesito votar por algo.. 

Digamos, que esto, aún, no ha terminado...