Ha llegado el momento en el que nuestros caminos se separan. Muchos no volveremos a encontrarnos y otros, simplemente seguirán con su camino, como lo haría cualquier persona normal. Pero fue bonito, fue bonito mientras duró. Fue una etapa en la que nos hicimos maduros, en la que crecimos como personas. Una etapa en la que nos hicimos fuertes. Esa etapa, terminó hace un mes.
Llegamos al instituto siendo unos renacuajos, de los cuales, algunos aún jugábamos a Pokemon.. y salimos siendo personas dispuestas a luchar por nuestros sueños. Personas que han recogido (algunos más que otros) unos valores, los valores morales que nos guiaran en nuestras vidas. Muchos aprendimos la diferencia entre imposible e improbable. Aprendimos que nada se consigue por arte de magia. Aprendimos también, a caernos y levantarnos, a seguir siempre adelante. A nunca rendirnos, a siempre luchar por nuestros sueños. Pero sobre todo, aprendimos a ser personas que el día de mañana, formaran su propia familia.
Sin embargo, el aprendizaje aún no ha acabado, y lo mejor es que nunca termiará, pues siempre nos quedará algo por saber o aprender. Nunca nos iremos a la cama sin conocer algo que no conociamos. Pero todo esto, no lo hubiesemos conseguido sin todo nuestro esfuerzo y toda nuestra constancia.
Para todos aquellos que no nos rendiremos y que seguiremos aprendiendo, para todos aquellos que en un momento de mi vida, se han cruzado en mi camino: Gracias, porque de alguna manera u otra he aprendido de ustedes. Ahora, a seguir luchando por nuestros sueños, adelante.
Llegamos al instituto siendo unos renacuajos, de los cuales, algunos aún jugábamos a Pokemon.. y salimos siendo personas dispuestas a luchar por nuestros sueños. Personas que han recogido (algunos más que otros) unos valores, los valores morales que nos guiaran en nuestras vidas. Muchos aprendimos la diferencia entre imposible e improbable. Aprendimos que nada se consigue por arte de magia. Aprendimos también, a caernos y levantarnos, a seguir siempre adelante. A nunca rendirnos, a siempre luchar por nuestros sueños. Pero sobre todo, aprendimos a ser personas que el día de mañana, formaran su propia familia.
Sin embargo, el aprendizaje aún no ha acabado, y lo mejor es que nunca termiará, pues siempre nos quedará algo por saber o aprender. Nunca nos iremos a la cama sin conocer algo que no conociamos. Pero todo esto, no lo hubiesemos conseguido sin todo nuestro esfuerzo y toda nuestra constancia.
Para todos aquellos que no nos rendiremos y que seguiremos aprendiendo, para todos aquellos que en un momento de mi vida, se han cruzado en mi camino: Gracias, porque de alguna manera u otra he aprendido de ustedes. Ahora, a seguir luchando por nuestros sueños, adelante.
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