Feliz Cumpleaños enana.

          Otro año más tengo el placer de poder estar a tu lado en tu cumpleaños; ¡muchísimas felicidades! 

          Lo cierto es que ya he perdido la cuenta de cuántos momentos hemos vivido juntos, de cuántas carcajadas de felicidad, de cuántas aventuras, de cuántas bromas, de cuántos "te quiero" pronunciados, de cuántos abrazos.. 

Lo cierto es que ya he perdido la cuenta de todo lo que te quiero.  Hemos pasado por muchas pruebas, no siempre hemos estado juntos, pero míranos, tan mal no nos ha ido. Es más, yo diría que podemos decir que ganamos, ya que hemos sobrevivido al tiempo, y si hemos podido con él, nada nos detendrá. 

          Eres una persona llena de alegría, llena de amor, con un gran corazón, aunque en un cuerpo pequeño. Pero como siempre dices "los mejores perfumes vienen en frascos pequeños" ; y aunque yo me ría y te diga que no, la verdad es que sí. Te quiero no sólo por lo que me has dado, te quiero porque aún después de tanto tiempo seguimos estando juntos, porque aún después de todo seguimos confiando el uno en el otro, porque esto es de verdad... te quiero porque eres mi enana, y eso no cambiará. 

          Hoy tan solo cumples veinte añitos, y hoy puedo decir con la mayor de las alegrías que estoy a tu lado, y que lo estaré. Sólo recordarte que eres muy importante y que siempre tendrás un hueco en mi corazón, en mi vida, y en mi familia. 

Felicidades Alek

     Alek, ha llegado el día, tu cumpleaños por fin.. Muchísimas felicidades, campeón. Eres una gran persona, llena de alegría y de bondad. Una persona que merece la pena conocer. En momentos como éste, me paro a pensar en la de gente que entra y sale de nuestras vidas. Y no puedo evitar sentirme muy afortunado de que tú, a día de hoy, hayas entrado en la mía y me hayas dejado a mi entrar en la tuya.. 

          Y es que el tiempo es una milésima de segundo, Alek, cuando reparas en él, ya te ha puesto una cana nueva. Sustituye nuestras manos de la infancia por unas con historia vivida. Incluso se les cuenta a los niños pequeños que cada dedito tiene una historia, y esto no es del todo mentira, pues las manos son la piel de nuestras acciones. Ellas toman el bolígrafo que escribe nuestras vidas y deciden quién puede permanecer en ella para siempre. Sin embargo, hace algún tiempo que dejé de creer en el "para siempre", ahora prefiero apostar por el "de momento" así que.. de momento quiero creer que permanecerás en mi vida.

          Ésta es la primera vez que felicito a alguien a quien nunca he visto antes, pero a quien con mucho cariño espero ver pronto. Sé que así será. Sólo desearte un buen cumpleaños y un buen año, disfruta muchísimo de los 20 y recuerda siempre quién eres, porque vales mucho más de lo que crees. 

Un gran besazo desde Canarias,

Daniel.

Las manos de mi abuelo

           Las manos de mi abuelo y mi abuelo tenían los mismos años.

         Cualquiera como tú y como yo tiene manos normales.  Mi abuelo no. Sus manos cambiaban. Y la vida le dio tiempo para ser de todo. Fueron martillo para las nueces y algodones para los huevos de las gallinas. Pañuelo para sus ojos y también para los de mi abuela. Manos de amigo para tenderlas y de travieso para esconderlas. Manos inútiles para la guerra pero fuertes labrando la tierra. 

          Las manos de mi abuelo nunca dijeron adiós. Simplemente descansaron sobre su pecho. Y el tiempo se las llevó. 

15 de octubre de 2010

Sin ti

         Nunca pensé que llegaría este momento. Pero como tantas cosas que jamás pensé que me sucederían esto me cayó como un jarro de agua fría. Y aunque me ha costado seguir adelante sin ti, hoy por fin puedo decir que soy libre. Libre de remordimientos, libre de nostalgias, de angustias, de dolor.. libre sin ti.  

          Con el tiempo comprendí, que tú fuiste una herida como otra cualquiera, un vacío grande, muy grande, y difícil de llenar, es cierto, pero no imposible. Por suerte, esos tiempos ya han pasado y hoy puedo abrazar a la vida tanto o más como lo hacía antes. Fuiste muy importante, fuiste casi que lo más importante para mi, fuiste mi mundo pero ese mundo ha detonado. Ahora sólo queda humo y como bien sabes yo jamás he fumado. 

             No voy a retroceder en el tiempo, no voy a pedir una máquina del tiempo como tantas veces lo hice, no, esta vez no. No voy a desear que vuelvas, no voy  a buscarte, no, esta vez no. No volveré a mirar al cielo esperando una señal divina de tu regreso, tampoco volveré a imaginarte en cada calle, en cada cruce, en cada lugar en el que estuvimos juntos.. Y mucho menos voy a esperarte, tu tiempo acabó y me voy, sí, me voy porque el silencio pesó más que tu verdad, me voy porque sin ti la vida duele menos. Y no negaré que me hiciste feliz, sí, y de qué manera.. pero nuestros caminos tomaron direcciones opuestas y si hoy estoy aquí no es gracias a ti. Sin embargo, no te confundas, siempre serás una pequeña parte de mi pues es difícil olvidar a alguien con quien hiciste tantos planes. Pues no se puede borrar una parte de tu propia historia.

       En fin, gracias por hacerme dormir sonriendo, por despertarme cada mañana con una nueva ilusión, por ser mi primer amor, por cambiarme la vida no una vez, si no dos. 

La verdad.

Querido Arthur,

            Te escribo para pedirte disculpas. Sí, disculpas. Sé que has tenido que volver a empezar a leer para ver si ponía "disculpas" pero así es. Lo nuestro acabó hace ya mucho tiempo, pero aún tenía una sensación extraña dentro de mi. Una sensación que me decía que aún no había acabado. Y después de estar dándole vueltas y meditando muy instrospectivamente di con el qui de este asunto. 

           Siempre hablamos de lo diferente, bonita y especial que era nuestra relación. Y durante el tiempo que estuvimos juntos así lo creí. Pero cuando lo dejamos y pasó lo que pasó, ya sabes.. ¡lo que pasó! Empecé a pensar que después de todo no podía haber sido tan especial, si al fin y al cabo iba a terminar como otras relaciones normales y corrientes. Por lo que empecé a maldecirte y a hablar únicamente de todo lo malo que me diste. De todo el dolor que me hiciste sentir. De todas las lágrimas que me hiciste derramar.. de todas las noches que pasaba soñando contigo. Y aunque esa herida aún no ha cicatrizado del todo (y en el fondo sé que nunca lo hará) debo reconocer que no todo fueron malos momentos. 

             Y hoy quiero decir que no todo fueron rosas negras. También hubieron buenos momentos, buenos y grandes momentos. Magníficos momentos en los que aprendí a ser feliz o a acercarme lo máximo posible a la felicidad. Porque la verdad es que aún recuerdo cómo me cantaste "solo para ti" de Camila a las tantas de la madrugada en la la avenida de la playa en honor a nuestro primer año juntos. Porque aún recuerdo todos esos viajes hechos, todos esos nervios contenidos por vernos, todas esas noches efímeras, todos esos besos y todas esas caricias. Todas las sorpresas y todas las sonrisas que me arrancaste sin pedir permiso. Todo lo que sacrificaste por estar juntos. 

           Sí, Arthur, me acuerdo de todo, y aunque creas que ahora soy una persona diferente, que se viste diferente, que actúa diferente, decirte que sigo siendo la misma persona que conociste hace años. Sólo que por las circunstancias que ambos sabemos me obligué a mi mismo a cambiar de vida. A cambiarlo todo. No quería nada que me recordara a ti (como si eso fuera posible). 

          Así que ahora ya lo sabes, durante mucho tiempo te vi como lo mejor que me había pasado en la vida, luego te vi como lo más doloroso y ahora te veo como algo que fue, con sus momentos buenos y sus momentos malos. Con todo. Te veo como lo que fuiste, una persona que vivió mucho tiempo en mi, como una persona que me hizo feliz pero que también un poco infeliz. Te veo como una parte bonita de mi vida, te veo como algo que me hizo crecer y madurar. Pero indudablemente, te veo como mi primer amor. 

Post data: Pensé que lo justo era ser sincero conmigo mismo y luego contigo. Gracias por todo lo que me diste, porque bueno o malo me hizo ser mejor persona. Hasta luego, Arthur, nos volveremos a encontrar pero hasta entonces, 

¡Buena suerte!

Hoy ya no...

        Quizá esto será así siempre. Quizás jamás vuelva a sentir unos brazos cada noche cuando vaya a dormir. Quizá me tocará vivir de esta manera, tan sólo.. en ocasiones. Porque verdaderamente es así como me siento, y sé que jamás lo digo, pero necesito a alguien. Necesito dar el amor que tengo, necesito que me entreguen su amor. Que me hagan sentir que puedo intentar hacer feliz a alguien. Simplemente.. llenar el hueco tan profundo que tengo en el pecho. 

        Supongo que es más difícil de lo que pensé, y quizá hoy ya firmo mi más fuerte y sincera rendición. Me retiro, me retiro del pie de guerra, ya no buscaré el amor que me haga sentir especial, ya no andaré con los ojos abiertos viendo en alguien lo que jamás verá en mi.. Me han hecho creer que definitivamente no nací para esto. Me han grabado con hierro ardiendo que no, que no volveré a sentirme especial. Y quizá lleven razón. En cualquier caso, aquí, en esta entrada dejo todas mis ganas de seguir buscando a la persona que tanto necesito. 

        Y resulta bastante curioso que yo hable así, cuando siempre estoy pregonando a los cuatro vientos que hemos nacido por amor y por amor moriremos. Qué he cantado hasta la saciedad lo maravilloso y sorprendente que puede llegar a ser el sentimiento más fuerte y bonito que lo humanos hemos creado: el amor. Qué siempre estoy dando consejos de no rendirse, de seguir adelante.. de siempre caminar un poco más. Pero hoy, hoy ya no tengo más fuerzas de seguir haciéndolo. Hoy ya no... 

Feliz San Valentín.

         Si ha alguien tengo que felicitar en San Valentín, no es a otra persona, que a ustedes, mi adorada familia. Porque tengo la suerte y el privilegio de poder contar una, y no una normal. Tengo una familia que muchos desearían tener. Un madre trabajadora y dedicada, un padre fuerte y gracioso y un hermano que sigue mis pasos. Y aunque siempre fuimos cuatro, este año tengo que incluir al recién llegado a esta familia: Syro. 

        Y juntos formamos un equipo, juntos somos inquebrantables, y sé que por mucho que llueva, por todas las tormentas que vengan o simplemente por el propio desgaste del sol, nuestra familia siempre seguirá en pie. Porque quizá no seamos la mejor, ni la más rica, ni si quiera la más tranquila, pero somos una, y eso es algo que por desgracia, a día de hoy, no todos tienen. Así que me sentiré orgulloso y agradecido de poder contar con ella en todo momento. Y, ¿qué por qué los quiero? Porque a pesar de ser mi pilar más fuerte, y de estar siempre en los buenos momentos celebrando, están en los malos, y a fin de cuentas, es eso y no otra cosa, lo que realmente vale. 

Por todo eso y más, gracias. Os quiero y eso sí que no debéis olvidarlo.