9 de junio de 2010

Crecer, evolucionar y cambiar.

Un sabio dijo una vez que no hay más ley que la propia ley de crecer, de evolucionar, de cambiar. Deseamos con todas nuestras fuerzas que algún amable señor nos indique el final de ese camino, el camino por el cual dejamos de ser niños para alcanzar todo aquello que soñamos.
Luchamos por ser libres, ansias de volar sin que nadie sea capaz de pararnos.
Nos gustaría dejar atrás aquellos juguetes con los cuales pasamos horas y horas, amigos, queremos una nueva vida en la que la única persona que tenga autoridad y poder de autonomía seamos nosotros.

Mi camino empieza a divisar su final, algo lejos quizás, pero lo bastante cerca como para notar el pálpito de cercanía. Sinceramente queridos señores, no dudaría en perder mi mapa, y nunca jamás encontrar ese camino en el que nos roban la infancia.

Siempre niño.

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