23 de noviembre de 2011

Objetivo: hacerlo realidad.

Dicen que la mejor manera de hacer realidad un sueño, es luchando por él...

Los sueños, en ocasiones o en la inmensa mayoría dependen de varios factores, dichos factores los tienes que ir superando para conseguir la meta final, el sueño cumplido.
Y ahora, para, recapacita, y sin volver la vista hacia arriba, di que he dicho en voz alta: 
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"dichos factores los tienes que ir superando para conseguir la meta final, el sueño cumplido" ¿Qué significa eso? Significa luchar y no rendirse, significa luchar con uñas y dientes si hace falta, significa no abandonar, significa sudor y lágrimas.. significa el mayor esfuerzo posible. Significa que si lo haces bien y luchas por ello, lo conseguirás. Entonces, ¿Por qué no intentarlo y que no que no quede en un intento sino que se consiga verdaderamente? ¿A caso no vale más unos cuantas gotas de sudor y esfuerzo ahora, que un fracaso más tarde? ¿A caso no quieres cumplir tus sueños? 

Entonces, levántate de esa puta silla y deja de leer esta puta entrada que no te va a cumplir ningún sueño ni te va a decir que tienes que hacer. IMPROVISA. CORRE. INTÉNTALO.. Y CONSÍGUELO. 

Y recuerda algo esencial, los sueños no se pierden, siempre que las personas no los abandonen...


21 de noviembre de 2011

Is time to change



Trabajamos como locomotoras a todo vapor
y olvidamos que el amor es más fuerte que el dolor,

Somos victimas asi, de nuestra propia y tonta creacion,
y olvidamos que el amor es mas fuerte que el dolor,

Es momento de recapacitar,
Es tiempo de cambiar,
 Is time to change,
Es tiempo de saber pedir perdón,
Es tiempo de cambiar en la mente de todos,
El odio por amor,
Is time to change,

Si te pones a pensar la libertad no tiene propiedad,
Si aprendemos a escuchar quisas podamos juntos caminar,
de la mano hasta al final yo aqui y tu allá,
de la mano hasta al final,

Es tiempo de cambiar en la mente de todos..

The time





"Me di cuenta de que el tiempo es tonto, y si le haces creer que eres feliz,
 se larga a otra parte. Sólo fastidia a los tristes. "

10 de noviembre de 2011

Queridos abuelos.


Mi primer cumpleaños. Y no me refiero a mi primer cumpleaños en sí, sino a mi primer cumpleaños sin ellos. Sin ningún abuelo, ni abuela. Nada.

Ha sido el primer cumpleaños sin ninguno de ellos, y casi que el cumpleaños que más especial consideraba. Los dieciocho. Pero bueno, dicen por ahí que ellos están en un lugar mejor. En un lugar en dónde me pueden ver sin yo verlos a ellos. En cualquier caso, me alegro de haber disfrutado de ellos durante todos los cumpleaños hasta el de este año. Porque cada una de las sonrisas, los abrazos y besos, las llamadas, la progresión de letras que forman las palabras FELIZ CUMPLEAÑOS, hasta entonces me han llenado y me han hecho feliz.

Es cierto que ya no volveré a recibir llamadas vuestras, y mucho menos sentiré el calor o la ternura de un beso y un abrazo. Pero,  ¿Qué se supone que de hacer?, ¿Llorar porque ya no podrá ser?, o ¿sonreír pensando todas las veces que fue?, o simplemente ¿no hacer nada?... Respuesta libre y yo contesto, Llorar por todas las veces que no podrá ser y su vez, sonreír de felicidad por todas las veces que fueron.

Pero hoy estoy optimista y veo la vida de otro modo, serán los dieciocho que me han hecho ver las cosas distintas o simplemente un arrebato repentino. Pero he de decir, que  muchísimas gracias, sí, muchísimas gracias por desearme un feliz cumpleaños aunque no os pueda ver. Porque sé que me lo habeís deseado y sé también que me habéis mandado un beso y un abrazo. Y apuesto lo que sea, a que también me llamasteis, solo que en ese momento no estaba en casa. Pero gracias, muchas gracias.

Gracias por todo, por hacer de mi lo que soy. Por quererme como me habeís querido, por curarme cuando me caía, por llamarme cuando estaba malo, por darme un regaliz cuando hacía algo bueno, por vigilarme todo ese tiempo desde que os fuisteis.

Os  echo de menos, pero la felicidad que siento por haber compartido con ustedes algunos de mis cumpleaños me reconforta (hoy, mañana no sé).

Siempre vuestro nieto, 


5 de noviembre de 2011

Una vida.

         1 kilo y 600 gramos, 55 cm de longitud, 17:35 de la tarde del 5 de noviembre de 1993,  Daniel Ismael Pérez Macario.

       Nací una fría tarde de noviembre en el hospital insular de las Palmas de Gran Canaria. Me llamaron Daniel porque a mi madre le gustó en un telenovela, e Ismael, porque un jugador de fútbol de por aquel entonces se llamaba así y le gustaba a mi padre. Los primeros en recibirme, como no, mis padres y un grupo de cirujanos especializados. Llegué a este mundo sin nada que ofrecer y todo por conseguir…

       Han pasado muchas cosas desde aquella fecha que hoy es tan lejana. Y he de quedarme con todo, tanto con las cosas buenas como con las malas. Las cosas buenas, son buenas, no hay más que sacar de ahí, producen felicidad y crean optimismo. Pero por el contrario, las malas, están ahí para saber superarlas, para aprender de ellas y no cometerlas de nuevo. Sin embargo, si algún científico loco me preguntase que si me gustaría borrar los malos recuerdos o las caídas y decepciones que he tenido a lo largo de mi vida, yo le contestaría que no. Puesto que tanto las cosas buenas como las malas, ambas, me han hecho ser lo que hoy soy. Me han hecho crecer y madurar. Pero sobre todo me han preparado para todo lo que aún no ha llegado.

        En todos estos años he conocido todo tipo de emociones y sentimientos, y he aprendido infinidad de cosas. Pero a medida que iban pasando los años, estas se hacían cada vez más intensas y plenas. He conocido el verdadero sentimiento de cariño y ternura, he sentido el privilegio de estar vivo, he conocido a personas increíbles, he sentido la aventura en mi piel, he conocido el valor de la amistad, he aprendido a soñar, pero sobre todo a hacer mis sueños realidad, he sentido el amor de unos padres protectores, he aprendido a ser quien soy, he sentido el verdadero sentimiento de abuelos-nieto en mis venas, he aprendido que el terreno de mañana es demasiado inseguro como para hacer planes. He conocido el amor verdadero, he aprendido a perdonar.. 


        Aunque la verdad es que soy joven, tengo toda una vida por delante, pero he de tener cuidado porque el tiempo me jugará una mala pasada si me descuido, he de ser listo y precavido, mirar hacia adelante, sin prisa pero sin pausa, con ganas y humildad. He de sonreír a la vida para que esta me sonría a mi, he de ser curioso porque la curiosidad me hará seguir nuevos caminos, he de ser fuerte y soportar lo que venga porque el premio merecerá la pena, pero sobre todo lo demás, he de ser optimista, porque sin eso no hay nada.


        A fin de cuentas he tenido una vida plena, llena de alegrías y momentos inolvidables. He tenido cosas que muchos envidiarían pero también otras, que nadie querría. En cualquier caso, he vivido, he sido feliz y lo seguiré siendo. Hoy, tan solo cumplo 18 años, tan solo es una número más. Una cifra que no determinará ni mi futuro ni como soy, tan solo cuanto llevo de vida. Muy agradecido por todo y todos, 

Daniel Ismael Pérez Macario.