Hoy te vi. Supongo que, porque te buscaba, porque nadie ve si no está mirando. Y me dolió. Me dolió porque te vi hacer lo que, al principio tanto te costó conmigo ¿Te acuerdas, en el parque? Porque vi lo que siempre dije que no te dejaría ver. Lo que tú nunca verás, al menos si está en mi mano. Al menos, si te tengo algo de aprecio.
Aunque tampoco puedo pretender que te comportes como yo lo haría contigo, porque no somos iguales. Nunca lo fuimos y quizás por esa misma razón, porque no vemos la vida igual, a día de hoy no seguimos juntos. Por eso, dejaste que viese cómo besabas a otro. Quizás porque no somos iguales, permitiste que eso sucediera. Y lo peor de todo, es que creo que, en el fondo no te culpo porque la vida pasa, el tiempo pasa y los amores cambian, pero jamás hubiera dejado que te formaras ese recuerdo de mi.
Porque al final, A, somos recuerdos. Y esa imagen ya no la podré sacar de mi cabeza. Porque uno nunca olvida dos cosas: allí dónde fue feliz y allí donde le hicieron daño. Tú habías hecho sólo una cosa, lo curioso es que, desde anoche, las dos.
En fin, supongo que gracias,
necesitaba otra perspectiva y desde luego,
esta es otra.