21 de julio de 2014

Cuento de invierno.

          Hubo una vez, "una vez" que a fuerza de ser contada, se repitió tantas veces que se convirtió en realidad.

          ¿Cuánto tiempo ha pasado después del último adiós? Créeme, no lo recuerdo, seguro que mucho tiempo. El suficiente como para haber olvidado ya aquellas noches a tu lado, haciendo el amor. ¿O era el amor el que nos hacía a nosotros? No lo recuerdo, sólo sé que siempre acabábamos haciéndolo de nuevo, por si las moscas, ya sabes.
Ha pasado el tiempo suficiente como para olvidar aquella rutilante manera de mirarme que tenías, tendidos, los dos, antes de dormir. Pero parece que cuándo dijeron: "hay cosas que nunca se olvidan" llevaban razón. ¡Oh! Mierda como desearía que no fuera así. Como desearía poder tener aquí, ahora, entre mis brazos.

         Repasando una de las últimas conversaciones me topé con una frase que ya no recordaba que me habías dicho: "Si tu quieres hacerlo, adelante... yo no quiero que vuelvas, simplemente lo que quiero es que no te vayas... yo esperaré, pero basta ya de todo esto." Podías haberme detenido, pero no lo hiciste. Siempre esperé un mensaje, una llamada, incluso una visita. Y siempre esperé en vano. Fue entonces cuando comprendí que tú no eras de los que volvía a la zona de guerra. Que tú eras de los que se buscan una nueva zona que colonizar. No te culpo, todos lo haceos lo mejor que creemos.

          Y quizás por eso yo estoy aquí. Porque aún sigo esperando. Pero, ¿Cómo no dejar de esperar? Si eras lo que yo más quería. O eres. Ya no lo sé. ¿Ya que más da? Tú estás allá y yo estoy aquí. Y es curioso, siempre hablábamos de esto, tú allá, yo aquí.. pero siempre viendo la misma luna. Ahora estoy casi igual que antes de conocerte, mirando a la luna, sí, pero viéndote a ti. Nos veo a nosotros. A la vida que íbamos a tener. A los planes que nunca hicimos. A las noches que ya no dormimos juntos. A los besos que ya no me das. Al amor que ya no sientes...

         Pero, ¿De qué sirve todo esto? Si al fin y al cabo, la guerra ya terminó, y sobre la zona cero hay construidos edificios, casas, hasta un parque, incluso. Un parque en el que siempre habrá un columpio para ti también.