Querida
Melody,
Como no podía ser de otro modo, aquí me tienes, escribiéndote uno
de esos textitos que tanto te gustan. Pero esta vez el motivo no es una
composición de lengua, ni un discurso de final de curso, esta vez, el motivo es
otro, es otro muchísimo más importante, esta vez, el motivo eres tú, FELIZ
CUMPLEAÑOS.
Te me haces mayor, y a pesar de que yo tan solo he podido
disfrutar de tu compañía estos dos últimos años, ya te siento dentro mi
corazón. Porque te aseguro Melody, que como tú no hay dos, ni tres ni
ninguna... tú eres única, exclusiva y perfecta. Y yo, éste que te manda esta
carta, me siento una persona afortunada, y uno de los grandes motivos es porque
a día de hoy y sé que por el resto de los años, podré contar con alguien como
tú. Tan especial y tan verdadera. Por otro lado, he de darte las gracias, porque
nunca, los años de clases habían sido tan divertidos como los que he vivido a
tu lado. La lástima es no haberte conocido antes, pero la recompensar será
aprovecharte hasta el final, y ya que no estuve desde el principio, conceme el
honor de quedarme para siempre.
Ya es hora de darnos cuenta y de aprender a valorar en el presente
todo lo que tenemos. De nada sirve llorar por lo que dejamos ir, por lo que no
hicimos, por lo que no le dimos importancia: ya no está. La vida no puede
rebobinarse, ni modificarse. Las escenas quedan grabadas y no hay forma de
eliminar los trozos de la cinta que no nos gustan, ni podemos regrabarla, ni
siquiera podemos detenerla en los buenos momentos, solo está en nosotros la
posibilidad de continuar filmando y que a partir de hoy cada escena sea única e
irrepetible y por encima de todo sea tan valiosa que no nos haga arrepentirnos
nunca.
Tu DAMPI te desea el mejor de los cumpleaños, que disfrutes
muchísimo de estos dieciocho, que ahora ya eres un poco más libre, aunque no sé
si eso es del todo bueno, pero sé con certeza de que sabrás identificar el
límite... En serio, disfruta cada momento que la vida te brinda, para que
cuando mires al pasado sonrías y mires hacia el futuro con optimismo, ya que no
hay mayor satisfacción que mirar al pasado y sentirte bien con lo que ves.